16
Jun

La piel humana es el órgano más grande, extenso y pesado de nuestro cuerpo

La piel humana es el órgano más grande, extenso y pesado de nuestro cuerpo: tiene una superficie estimada de 1,8 metros cuadrados, supone el 15% de nuestro peso total y se renueva cada 28 días. No cabe duda de que es esencial para la vida, pues protege, permite la sensación de estímulos, ayuda a la regulación de la temperatura, controla la evaporación, posibilita la excreción de desechos a través del sudor, entre otras funciones.

Aunque si la piel funciona como barrera protectora del organismo, hay ciertos agentes internos y externos que pueden modificar su estado. Factores ambientales como la temperatura, alérgenos, ciertos alimentos o, incluso, la predisposición genética o las prendas de ropa, pueden afectar a la dermis y volverla más seca o generar síntomas como el picor o la irritación.

Cuando esto pasa, muy probablemente entre en escena la dermatitis atópica, también conocida como eccema, una patología cada vez más presente en las consultas de los dermatólogos. Reporta aproximadamente una incidencia a lo largo de la vida de un 15-30% en la población infantil y de un 2-10% en la adulta. Además, hasta el 50% de las personas con una dermatitis atópica severa desarrollan asma, y un 75%, rinitis alérgica. Esta condición es una entidad clínica complicada y de causa, en muchos casos, incierta. Cursa con síntomas como piel seca y agrietada, picazón, erupción hinchada en la piel, piel engrosada, exudado, costras e incluso oscurecimiento de la piel alrededor de los ojos. Su tratamiento va desde los cambios en la rutina y la forma de vestir hasta la toma de medicamentos y la terapia, dependiendo de diversos factores. Formulaciones tópicas llevan usándose como primera linea de tratamiento hace varios años, consiguiendo reducir la inflamación y mejorar el picor y otros síntomas asociados a esta enfermedad. Una hidratación adecuada con productos específicos para las pieles atópicas contribuye, además, a la prevención de los brotes o reagudiza- ciones de la enfermedad. Por otro lado, gracias a los últimos avances, se disponen de tratamientos sistémicos con eficacia comprobada en ensayos clínicos para la curación de las lesiones de dermatitis atópica en los casos más graves.

Así lo explica Carmen D´Amelio, presidenta del Comité de Alergia Cutánea de la So- ciedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC): "Se ha avanzado mucho en el tratamiento de la dermatitis atópica. En los últimos años hemos podido incorporar tratamientos sistémicos (como los fármacos biológicos y otros fármacos que actúan en los mecanismos de la inflamación) y otros similares sobre los que se sigue investigando. Se trata de tratamientos que han sido aprobados para su uso en pacientes con dermatitis atópica moderada a grave, incluida su indicación en niños para algunos de ellos, por lo que hay esperanza para tratar los casos más complicados".

No olviden que La Protección solar y autoexploración, las claves de prevención del cáncer de piel

Otra de las patologías más comunes de entre las 3.000 afecciones que diagnostica la Dermatología sigue siendo, por desgracia, el cáncer de piel. No en vano, la inci- dencia de este tipo de tumores ha aumentado un 40% en los cuatro últimos años y se ha triplicado desde los años 90. A pesar de que es uno de los tipos de cáncer más prevenibles, el 1,7% de la población europea está afectada por esta patología, y en España se diagnostican más de 78.000 nuevos casos cada año.

Los datos de incidencia reflejan una tasa de unos 120 casos por cada 100.000 ha- bitantes para los carcinomas basocelulares; y de unos 40 casos por cada 100.000 habitantes para los carcinomas escamosos de piel, mientras que la tasa de incidencia del melanoma baja a 12 casos por cada 100.000 habitantes. No obstante, se estima que el melanoma, el tipo de cáncer de piel más agresivo y con peor pronóstico, de seguir la tendencia actual, se convertirá en el segundo tumor en incidencia global y el primero en incidencia en varones, por delante del cáncer de colon y el de pulmón. En este contexto, proteger la piel frente al sol y vigilarla una vez al mes son la base para disminuir el riesgo de aparición y promover un buen pronóstico. "Es indispen- sable cambiar los modelos que la población más joven utiliza como referencia de una piel saludable. Entender el bronceado como un mecanismo de defensa de la piel frente a la quemadura solar y no como un hábito saludable es un mensaje que debe tener calado en estas generaciones", asegura Ángeles Flórez, coordinadora nacional de la Campaña Euromelanoma de la Fun- dación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Tener la piel clara, los ojos claros, el cabe- llo rubio o pelirrojo, contar con muchos lunares, tener algún familiar diagnostica- do de cáncer de piel, utilizar las cabinas de rayos UVA, estar muchas horas ex- puesto a la radiación y las quemaduras solares son factores de riesgo a la hora de padecer cáncer de piel.