La riqueza de antioxidantes en el cacao
01
Sep

La riqueza de antioxidantes en el cacao

El cacao como materia prima contiene vitaminas como la tiamina (B1) y el ácido fólico.
Otros componentes beneficiosos son los elementos fitoquímicos (no nutritivos), entre los que destacan la teobromina que, a pesar de ser de la misma familia que la cafeína, tiene un poder estimulante mucho menor, y los polifenoles (antioxidantes), compuestos que contribuyen a evitar la oxidación del llamado mal colesterol (LDL-c) y que se han relacionado con la prevención de los trastornos cardiovasculares y con la estimulación de las defensas del organismo.

Ventajas e incovenientes
Son alimentos que se adaptan sobre todo a los desayunos y las meriendas y en los casos
en que es necesario un aporte energético extra, por ejemplo en la práctica de deporte u
otras actividades físicas intensas. Los expertos en nutrición consideran que el consumo
del cacao en sus diversas variedades es recomendable dentro de una dieta equilibrada y
en cantidades moderadas, para personas sanas de todas las edades.
Sin embargo, por su aporte energético, de grasas, de azúcares y de potasio, en
situaciones de sobrepeso u obesidad, diarrea y procesos de mala absorción intestinal,
piedras en la vesícula biliar, problemas de niveles elevados de triglicéridos en sangre,
diabetes y enfermedad renal que requiere una dieta con control de potasio, su consumo
puede estar limitado o incluso contraindicado.

COMPRA Y CONSERVACIÓN
Siempre se ha de revisar el etiquetado nutricional de estos productos alimenticios ya que
la proporción de cacao y de otros ingredientes es muy variable. Guardar el chocolate y
los solubles de cacao en su propio envase, bien cerrados, protegidos de la humedad y de
la luz, y en lugares frescos, para que se conserven en óptimas condiciones.

La presencia de antioxidantes en el caco se pierde durante los procesos de elaboración y
manipulación de productos derivados, según un estudio
La moda de las vitaminas ha dado paso con el tiempo a la de los antioxidantes. Se trata
de una moda a la que la industria alimenticia no permanece ajena, como tampoco los
estudios clínicos encargados de dicernir si antioxidando se pueden prevenir
enfermedades oncológicas y episodios cardiovasculares.